Aunque las cifras consolidadas de cierre de locales comerciales de diferentes categorías en Manizales apenas se están consolidando, reportes extra oficiales ya cuentan no menos de 200 sitios entre pequeños restaurantes, almacenes de ropa y calzado, bares, cafeterías entre otros que no resistieron los ya más de 70 días de inactividad comercial.
A este panorama se suma ineludiblemente la pérdida de empleos que de acuerdo con estudios recientes de CONFA (Caja de compensación familiar de Caldas) y ACOPI (Asociación colombiana de pequeñas industrias) arrojan no menos de 25 MIL empleos perdidos en todo el departamento entre formales e informales.
Para Dario Arenas Presidente de la junta directiva de ACOPI » la crisis económica y laboral es profunda. Hemos presenciado en la semana reciente la extinción de negocios pequeños y medianos que no retornarán por que su capital de trabajo se esfumó y no llegaron ayudas ni suficientes ni a tiempo».
Información obtenida por Caldas Al Día da cuenta que de 20 solicitudes de préstamos tramitadas ante los bancos por pequeños y medianos empresarios entre 13 y 14 son rechazadas por calificarlos con perfil de riesgo. En especial los sectores de turismo, cultura y diversión nocturna aparecen en los listados de «rechazados» por la banca pese a los rimbombantes anuncios de apoyo o respaldo de gobierno nacional.
BARES Y DISCOTECAS, EL PEOR DE LOS BAILES.
Uno de los sectores más golpeados es de bares y discotecas. Su retornó a una actividad como la conocíamos aún tiene tiempo incierto y por ahora los propietarios están lidiando con los costosos arriendos de sus locales comerciales, con inventarios que están vendiendo a «precio de estanquillo» y lamentablemente con centenares de empleados formales e informales que ya no cuentan en la estadísticas por cuanto fueron suspendidos o liquidados sus contratos.
Se suman en esta cascada de cierres, locales que ocupaban espacios públicos que habían sido recuperados para una explotación comercial ordenada como el bulevar de los trailers en la calle 55 de Manizales o los tradicionales puntos de venta de helados y obleas en Chipre que siguen a la espera de autorización para retomar actividades, aunque no todos regresarán.
Cafeterías tradicionales como el Madrigal en el centro histórico de la ciudad y decenas de locales y establecimientos anónimos o en barrios populares, por siempre le dijeron adiós a su actividad tras una pandemia que a medida que avanza en casos positivos en humanos, casi que a la par acaba de deteriorar el ya golpeado escenario productivo de la capital de Caldas.
